Por la sanidad Pública
La presidenta de la Comunidad de Madrid, cercada por las manifestaciones, ha dado marcha atrás al acto para evitar la foto
CYNTHIA COIDURAS Martes, 29 de noviembre de 2022
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. EP
A Isabel Díaz Ayuso no le gustan las manifestaciones, especialmente si son en su contra. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha vuelto a recular en el tema sanitario pero esta vez para evitar una nueva fotografía, y es que ha optado por dar marcha atrás a la decisión de celebrar el Consejo de Gobierno de este miércoles en Alcalá de Henares ante las protestas en defensa de la sanidad pública y contra la gestión de su Administración que estaban programadas allí.
Ayuso evita la foto
La Administración liderada por Ayuso tenía previsto trasladar esta semana el escenario de la reunión del Consejo de Gobierno, que se celebra cada miércoles normalmente en la Puerta del Sol, hasta Alcalá de Henares, localidad madrileña donde la lideresa abrió el curso político junto a Alberto Núñez Feijóo el pasado mes de septiembre con la intención de arañar unos votos y hacer campaña en el municipio, gobernado históricamente por el PSOE.
Ya entonces la presidenta regional se encontró allí con sendas concentraciones por parte de los vecinos y asociaciones contra la "pésima gestión" del Ejecutivo madrileño y para protestar por el cierre definitivo de las Urgencias de Atención Primaria, una situación que todo apuntaba a que se iba a volver a producir precisamente este miércoles. De hecho, las plataformas en defensa de la sanidad pública ya habían solicitado a la Delegación del Gobierno los permisos para llevar a cabo una concentración a las puertas del Ayuntamiento.
Este hecho parece no haber gustado mucho al equipo de Gobierno de Ayuso, que ha dado marcha atrás a tan solo un día de la cita y ha cancelado la reunión para sortear a toda costa el encontronazo. Fuentes cercanas aseguran a ElPlural.com que los populares ya habían previsto incluso que la lideresa tuviera que moverse en coche durante su estancia en la localidad madrileña para evitar que se produjera una fotografía que pusiera de manifiesto una vez más el desacuerdo de los vecinos.
Una semana de manifestaciones
Esta recogida de cable se produce en un momento en el que la dirigente regional se encuentra cercada por la sanidad pública tras el "caos" producido en toda la región por la puesta en marcha de las urgencias extrahospitalarias. El acuerdo alcanzado tras varias semanas de tensión por los médicos de este servicio y la Consejería no ha reducido la presión en la Atención Primaria, que ha vuelto a salir a las calles tras una semana de huelga indefinida.
El personal sanitario de los centros de salud y los pediatras continúan protestando por una mejora real de las condiciones laborales y de la atención a los pacientes, y han exteriorizado su disconformidad con la actuación del Ejecutivo madrileño "tirando" la bata contra Ayuso, aunque avisan de que no se rinden. Este lunes, los médicos han tirado al suelo sus batas blancas en señal de “agotamiento” por las políticas del PP y para exigir que la región "se siente a negociar". Por eso, piden que se trabaje para que se disminuya la sobrecarga asistencial a la que se ven expuestos en los centros sanitarios, y en concreto solicitan atender a un máximo de 31 personas en consultas de medicina de familia y de 21 en las de pediatría.
Cabe recordar que el gobierno madrileño ha lanzado polémicas declaraciones contra los sanitarios, a quienes han acusado de "boicotear" el plan de Urgencias 24 horas o sobre los que ha puesto el foco ante el aumento de casos de "las enfermedades típicas del frío". También han cargado las responsabilidades a los pacientes por asistir a estos centros con casos graves cuando "no se tratan de hospitales".
Todo ello ha llevado a la multitudinaria manifestación en defensa de la sanidad pública por las calles de Madrid, a la que Ayuso ha intentado restar importancia afirmando que los partidos de izquierdas están detrás, pero también a pequeñas protestas frente a los centros hospitalarios o las administraciones. Esto es precisamente lo que estaba previsto que ocurriera este miércoles en Alcalá de Henares, una fotografía que la lideresa madrileña ha intentado evitar a toda costa.
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