El régimen del 78 necesita otra “televisión progresista” y en PRISA ya tienen experiencia en esas lides.
Javier Lezaola - LÚH - 11 de noviembre de 2022
De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Risto Mejide, Borja Prado, Ana Terradillos y Silvio Berlusconi
Mediaset España, el grupo propietario de Telecinco y Cuatro y del que es dueño el octogenario oligarca italiano Silvio Berlusconi, ya ha elegido al sustituto –o más bien a los sustitutos, porque son tres– del hasta ahora todopoderoso Paolo Vasile como consejero delegado del grupo filial de MFE-MediaForEurope. Y los tres llevan años en Mediaset: el italiano Massimo Musolino, quien ahora será el consejero delegado del área de gestión y operaciones; el también italiano Alessandro Salem, quien ahora será el consejero delegado del área más relacionada con los contenidos de los medios del grupo, y el español Borja Prado, actual presidente de Mediaset, quien ahora verá ampliadas sus competencias hasta acabar convertido en el nuevo ‘hombre fuerte’ en España del octogenario oligarca italiano y de su hijo Pier Silvio Berlusconi.
El Consejo de Administración de Mediaset aprobó esos cambios este martes, los comunicó a la CNMV este jueves y los hará efectivos el próximo 1 de enero, cuando arrancará una nueva etapa para el grupo, marcada precisamente por el poder de Borja Prado, quien contará con el actual director general corporativo, Mario Rodríguez, como adjunto a la Presidencia. Esos cambios harán que Prado pase a tener competencias ejecutivas en materias como las “relaciones externas e institucionales” de Mediaset y mucha más mano en cuestiones como la “línea editorial de los programas” de información y/o actualidad de Telecinco y Cuatro, que son básicamente, en el caso de Telecinco, ‘Informativos Telecinco’, ‘El programa de Ana Rosa’ y ‘Ya es mediodía’ y, en el caso de Cuatro, ‘Cuatro al día’, ‘En boca de todos’, ‘Todo es mentira’, ‘Todo es verdad’ y ‘En el punto de mira’.
Esos cambios convendría analizarlos a la luz de dos claves. Una, la crisis provocada en el duopolio audiovisual –conformado por Atresmedia, grupo propietario de Antena 3 y laSexta, y por la propia Mediaset– en general y en Atresmedia en particular por el ‘FerrerasGate’, que ha evidenciado el verdadero papel de laSexta, cadena dirigida por Antonio García Ferreras, como la “televisión progresista” del régimen del 78. La otra, el hecho de que el Grupo PRISA, propietario de ‘El País’ y de la Cadena SER –el “periódico progresista” y la “radio progresista” del régimen–, esté cada día más cerca de pasar de las manos del fondo buitre estadounidense Amber Capital a las de la propia Mediaset, propiedad de Berlusconi.
Con la imagen de laSexta cada día más maltrecha y vinculada a las cloacas, el régimen necesita otra “televisión progresista” que sustituya o al menos complemente a laSexta en ese papel, y en PRISA ya tienen experiencia en esas lides.
¿Es casual que, según publicaron diversos medios el pasado mes de agosto, Mediaset haya incorporado a su “plantel fijo de presentadores”, con un “contrato de larga duración”, a Ana Terradillos, después de que la SER, con la que Terradillos tenía su principal vínculo contractual desde hacía dos décadas, le concediera una excedencia “voluntaria y temporal” para poder dedicarse enteramente a Mediaset, grupo al que llevaba una década vinculada? No, no parece casual. Tras la concesión de esa excelencia, Terradillos daba, el pasado mes de septiembre, el salto de colaboradora de ‘El programa de Ana Rosa’ (Telecinco) a conductora de ‘Cuatro al día’ (Cuatro).
Ferreras, Terradillos o la propia Ana Rosa Quintana, conductora de ‘El programa de Ana Rosa’, son tres de los periodistas más vinculados al comisario de Policía José Manuel Villarejo y por tanto a las cloacas del Estado.
Pero Quintana no sólo es la conductora de ‘El programa de Ana Rosa’, también es la copropietaria –junto con la propia Mediaset– de la productora audiovisual Unicorn Content, que está detrás de varios de los programas de información y/o actualidad del grupo, como el propio ‘El programa de Ana Rosa’ y ‘Ya es mediodía’ de Telecinco y el propio ‘Cuatro al día’ y ‘En el punto de mira’ de Cuatro.
Pretender convertir Cuatro, ‘hermana’ de Telecinco y propiedad de Berlusconi, en una “televisión progresista” puede parecer demasiado burdo, pero téngase en cuenta que aquí se ha sido capaz de convertir en una “televisión progresista” laSexta, ‘hermana’ de Antena 3 y propiedad del Grupo Planeta –que es quien controla Atresmedia–, editor de un diario tan poco progresista como ‘La Razón’. Si los editores de ‘La Razón’ lograron en su día hacer pasar laSexta por una “televisión progresista”, ¿por qué no podrían lograrlo los Berlusconi y Borja Prado, y más con la ayuda de PRISA, un grupo experto en esas lides?
De hecho, en el Consejo de Administración de Mediaset se sienta desde 2018, como consejero independiente, un histórico de PRISA: Javier Díez de Polanco. Sobrino de Jesús de Polanco (1929-2007) –fundador de PRISA–, Díez de Polanco fue desde 1988 hasta 1999 director general de PRISA y de ‘El País’ y consejero delegado de Unión Radio / SER; desde 1996 hasta 2010, miembro del Consejo de Administración de PRISA, y desde 1999 hasta 2009, consejero delegado de Sogecable, la empresa a través de la cual PRISA canalizó la actividad televisiva del grupo. Al hilo, Cuatro arrancó como televisión en abierto –siendo propiedad de PRISA y dependiendo de su filial Sogecable– en 2005 y ejerció de “televisión progresista” desde entonces hasta 2010, precisamente cuando fue comprada por Mediaset, que paradójicamente ahora pretende volver a convertirla en una “televisión progresista” capaz de sustituir o al menos complementar a laSexta.
De hecho, ese proceso de reconversión de Cuatro en una “televisión progresista” –capaz de dar, llegado el momento, “una hostia” de esas que hacen sufrir “de cojones”, en palabras de Ferreras– ya ha empezado, y lo ha hecho con el ‘Cuatro al día’ de Terradillos, ‘Todo es mentira’, ‘Todo es verdad’ y ‘En boca de todos’ como puntas de lanza. Tanto ‘Cuatro al día’ como ‘Todo es mentira’ y ‘Todo es verdad’ –estos dos últimos programas, conducidos por Risto Mejide con la colaboración de Marta Flich y de Mariló Montero– ya han incorporado a su plantel de colaboradores a varios periodistas del espectro progresista. En cuanto a ‘En boca de todos’, arrancó el pasado mes de marzo conducido por Diego Losada y con el politólogo Alan Barroso y la sindicalista de UGT Afra Blanco, quien se dio a conocer como contertulia de ‘La Sexta Noche’, como principales colaboradores.
Lo del italiano Paolo Vasile eran las audiencias, la telerrealidad y lo rosa, tres factores que sabía combinar como nadie, hasta el punto de haber sido considerado el introductor y el rey de la ‘telebasura’ en España. Lo del español Borja Prado, hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal (1931-2009) y presidente del Grupo Español de la Comisión Trilateral –conocida popularmente como “el Gobierno del mundo en la sombra”–, son más bien las “relaciones externas e institucionales”, esas que a menudo se establecen en ese oscuro espacio en el que se cruzan la política y los negocios. A partir del 1 de enero, el hijo de quien fuera el administrador privado y ‘chico para todo’ de Juan Carlos I hasta su caída en desgracia tendrá mucha más mano en cuestiones como la “línea editorial de los programas” de información y/o actualidad no sólo de Telecinco sino también de Cuatro, otra “televisión progresista” ya en ciernes.
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