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  • Foto del escritorLa Crónica de Almería

El juez automático

✍️ OPINIÓN


✒️ Víctor Cortés - LÚH - 12/12/2022


En la administración de justicia no hay automatismos. Si los hubiera, no tendríamos jueces sino cajeros automáticos. Tampoco es obligatorio aplicar la pena mínima a toda sentencia o revisión sin más “considerandos”. Hay una gradación de penas en función de los hechos probados, unos agravantes, unos atenuantes, incluso algunos eximentes.


Hay margen de interpretación para jueces y tribunales, debe haberlo, porque es lo más justo y avanzado, y ese margen es muy amplio en España. Y es bueno y democrático que sea así. Y es así, no en esta, en todas las leyes con contenido penal. Pero ese margen, se les da en interés de la justicia, de la proporcionalidad de la pena en base al delito, y a sus circunstancias. Cada juez o tribunal debe juzgar y decidir de forma justa, no aplicar automatismos, porque no es una máquina expendedora, sino una persona a la que el estado de derecho, la democracia, ha encomendado la labor de decidir la culpabilidad o inocencia de un acusado, y en su caso, la pena a cumplir. Porque no se puede condenar, o decidir sobre la condena, de la misma forma y con el mismo baremo, por ejemplo, a un carterista oportunista del descuido (lo lógico sería una pena mínima), que a otro que roba la misma cartera, pero encañona con un arma y agrede físicamente (una pena mayor o la pena máxima).


Ahí es donde entra la gradación, y el margen decisorio del juez. Y eso se aplica en toda la legislación penal. Por eso, una buena ley, integral, moderna, garantista, y progresista, como esta, establece una amplia horquilla de penas, y son jueces y tribunales los que deben aplicar la gradación, o en su caso la revisión, de las penas. No aplicando de forma sistemática la pena más leve. No como un juez automático.

De forma arbitraria y voluntarista no puedes, como juez o tribunal, aplicar, como hemos dicho, por sistema la pena más baja, y si te preguntan escudarte en que "la ley lo permite", o en el "in dubio pro reo". Y que te de igual la calificación del delito, los agravantes, que sea, como hemos dicho también antes, un robo de carterista u otro violento. ¡Hala venga, a todos la pena más baja! Eso no es justicia eso es impunidad al delincuente, y eso un juez o un tribunal que se entienda como tal, no lo puede consentir, ni lo puede "perpetrar". Sea la ley que sea y venga la ley de donde venga. Por eso hay jueces y tribunales que no se han prestado a esta estrategia, que va contra la esencia misma de la justicia. Y que resuelven no rebajar las condenas. Porque ningún juez o tribunal en su sano juicio, nunca mejor dicho, haría eso. Entonces ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué lo están haciendo?


Porque todo forma parte de una estrategia planificada, de una campaña, que persigue, por un lado, poner trabas a la aplicación de esta nueva ley (por parte de una judicatura de natural conservadora y corporativa, que ya ha sido resistente a anteriores legislaciones de este tipo), y por otro, hacer daño político/mediático a un determinado partido (considerado enemigo por las élites del poder), a una determinada ministra (en su punto de mira desde el principio por enfrentarse a esas élites), y a una determinada ex juez (que, oh sacrilegio, ha “osado” meter en prisión a otro juez, a “uno de los nuestros”, por prevaricador). Y creen haber encontrado la excusa perfecta, la rendija jurídica ad hoc para hacerlo: la “interpretación” de la gradación de penas. Pero de igual forma podrían dejar las penas como están porque la ley lo permite, y jueces y tribunales, igual de sabios, de justos, y de doctos, así lo han sentenciado. Y en cuanto al "in dubio pro reo", habría muchísimo debate en si se debe aplicar o no, sistemática y automáticamente, y en todos y cada uno de los casos, como se nos quiere hacer ver, o solo en los casos en que realmente la pena se salga de rango. Incluso si es de aplicación, a día de hoy, un principio del derecho que data de la Antigua Roma, en legislaciones tan modernas y garantistas, ya de por sí, como la nuestra. En mi opinión no ha lugar. Hay mil argumentos, perfectamente legales y jurídicamente impecables para no hacerlo, pero si no se quiere, o no se “interpreta”… Una vez más el juez automático.


Y ahora, vamos con la prensa, con los medios de comunicación, con las teles, en terminología judicial “el colaborador necesario”: Para la generación que crecimos con Woodward y Bernstein, con Lois Lane, con Lou Grant, que creíamos en el periodismo de la integridad, la objetividad, la verdad, los valores universales, nos resulta tremendamente doloroso ver en lo que se ha convertido el periodismo, esa profesión que abrazamos entonces, y que creíamos noble y al servicio del bien común, y que, vemos, se ha convertido en vil, y servil al interés del poder. El "fondo de reptiles" de Bismark, versión TDT. Tenemos que enterarnos ya de una vez: Si sin justicia no hay democracia, sin periodismo tampoco. ¿Acaso es normal que una noticia de jueces, tribunales y sentencias, se ilustre con imágenes de una determinada ministra entrando y saliendo del Congreso o dando un discurso? Eso no es periodismo, es manipulación. Es hacer que el espectador asocie inconscientemente. Es un señalamiento mediático. ¿Acaso es normal de las tertulias de la tele celebren cada reducción de pena de un agresor sexual, o cada excarcelación, como si fuera un gol de la selección en el Mundial? ¿Hay campaña o no hay campaña? Y luego aquello de “se rebaja la pena en aplicación de la nueva ley”. No señores de la prensa, no. Es en “interpretación” voluntarista por parte de algunos jueces y tribunales, de la gradación de penas en la nueva ley.


Y un detalle más: Para un periodismo independiente y veraz, como el que consagra nuestra Constitución, esto no debería ir de ministras, de partidos, o de leyes, sino de jueces y resoluciones judiciales. Ah, pero es que los mass media estamos también "en el ajo" de la campaña. Bueno, entonces perdón. Sigan, sigan... Otro colectivo asaz corporativo. ¿Libertad de prensa u oligopolio monocolor? ¿Juez automático y presentador automático?

Y volvemos a los jueces: Desde que algunos juzgados, especialmente de la audiencia de Madrid (tradicionalmente beligerante contra determinado partido político), "abrieron la veda" de las revisiones de condena, ya los abogados defensores van a pedir la revisión de todas. Y ante este hecho, a otros operadores judiciales como fiscalía y abogados de las víctimas, no les queda otra que encontrar argumentos jurídicos, que los hay, a montones, para frenarlas. Y la función de jueces y tribunales ha de ser examinarlas una a una. Sin automatismos, que, como hemos dicho, no nos hagan creer en ellos como si fueran platillos volantes. Y aplicar solo las justas y en justicia, no en boicot, ni en campaña, no en interés político, sino en el de la justicia. En mi opinión solo en los casos cuya condena se salga del rango, se debe rebajar. En los demás, la pena se debe mantener, puesto que se encuentra dentro de la ley. Y, por supuesto, en ningún caso en los calificados en sentencia como abuso o violación, en ningún caso en los que se aprecien agravantes o hechos probados de esos delitos. Sin automatismos, sin campañas mediáticas, sin corporativismos, sin prejuicios partidistas, sin boicots. Queremos jueces, no cajeros automáticos.


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