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  • Foto del escritorLa Crónica de Almería

El PSOE se vuelca con la OTAN

“Tenemos que estar preparados para apoyar a Ucrania por mucho tiempo y a pagar el precio”, advierte en Madrid el secretario general de la alianza militar controlada por EEUU.


Javier Lezaola - LÚH - 22 de noviembre de 2022

Pedro Sánchez, Nadia Calviño, José Manuel Albares y Margarita Robles


El PSOE ha vuelto a volcarse con la OTAN, en este caso con motivo de la 68º Sesión Anual de la Asamblea Parlamentaria que la alianza militar controlada por Estados Unidos ha celebrado este lunes en Madrid, donde la OTAN celebró su última Cumbre hace casi cinco meses. Cinco ministros del Gobierno de coalición, todos ellos del PSOE, han participado este fin de semana, a puerta cerrada, en diferentes comisiones de la OTAN: Nadia Calviño (Vicepresidencia Primera y Economía), Margarita Robles (Defensa), José Manuel Albares (Exteriores), Félix Bolaños (Presidencia) y Diana Morant (Ciencia); y el presidente del Ejecutivo y secretario general del partido, Pedro Sánchez, lo ha hecho este lunes en la sesión plenaria, en la que también han intervenido otros dos miembros del PSOE: los presidentes del Congreso, Meritxell Batet, y del Senado, Ander Gil.

En su intervención en la sesión plenaria, Sánchez ha elogiado la respuesta “proporcionada” e “inteligente” de la OTAN y de su secretario general, el noruego Jens Stoltenberg –quien también ha intervenido en la sesión plenaria y con quien Sánchez ha mantenido posteriormente un encuentro bilateral–, ante el impacto “accidental” de un misil ucraniano en territorio polaco el pasado martes. La práctica totalidad de los medios de comunicación de Occidente que se refirieron al hecho apuntaron entonces que el misil –que provocó la muerte de dos ciudadanos polacos– fue lanzado por la Rusia de Vladimir Putin, aunque ahora reconocen ya que lo fue por la Ucrania de Volodimir Zelenski; eso sí: de forma “accidental”.


No piensa lo mismo la Bielorrusia de Alexander Lukashenko, quien este lunes ha manifestado que el impacto del misil podría obedecer a una “gran operación de falsa bandera” para responsabilizar a Rusia e intentar la invocación del artículo 4 (“las Partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada”) e incluso el artículo 5 (“las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la Parte o Partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte”) del Tratado de la OTAN.


“Los polacos y los ucranianos lamentan que no fuese un misil ruso; necesitan una provocación, una escalada”, ha manifestado este lunes Lukashenko, quien ha insistido en lo rápido que ese tema “está ya fuera de los titulares” de los medios de Occidente, en declaraciones citadas por la agencia oficial bielorrusa BelTA.

Por su parte y sin entrar en pormenores, Sánchez ha considerado este lunes que la respuesta “proporcionada” e “inteligente” de la OTAN ante el impacto de ese misil ucraniano en territorio polaco evitó una escalada militar de consecuencias imprevisibles que “ningún” Estado miembro desea –se entiende que tampoco los más próximos a Ucrania y a Zelenski; como Estonia, Letonia, Lituania o la propia Polonia– y ha avanzado que la alianza militar controlada por EEUU seguirá actuando con la misma “unidad” y “templanza” hasta el final de la guerra de Ucrania. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha considerado asimismo que, a pesar de quienes hablaban de la “muerte cerebral” de una OTAN que habría “muerto de éxito”, la alianza militar controlada por EEUU ha demostrado “la propia necesidad de su existencia” al reaccionar con “prontitud” y “determinación” ante la guerra de Ucrania. Igualmente, Sánchez ha destacado la ayuda militar y económica que España está proporcionando a Ucrania y ha avanzado que el Estado del Gobierno que preside seguirá entregando material militar e impartiendo formación militar a Ucrania.


En la misma línea que Sánchez se han expresado los presidentes del Congreso, Meritxell Batet, y del Senado, Ander Gil. “Con esta brutal agresión [en referencia a la intervención militar de Rusia en Ucrania], los miembros de la OTAN nos hemos dado cuenta de que los hijos de la Ilustración, los que compartimos los valores de la democracia, creemos en la razón, el respeto a la legalidad internacional y los derechos humanos debemos estar unidos”, ha dicho Batet, quien, además de presidenta del Congreso, es una de los viceprimeros secretarios del PSC, el partido hermano del PSOE en Catalunya, que lidera Salvador Illa. “Unidad, unidad y unidad”, ha insistido Gil.

Por su parte, Zelenski sigue presionando, y este mismo lunes –en la misma sesión plenaria en la que han intervenido Stoltenberg y Sánchez, sólo que en su caso a través de videoconferencia– ha pedido a la OTAN y a sus Estados miembros no sólo aún más ayuda militar y económica para Ucrania sino también que declare a Rusia “Estado terrorista”.


En cuanto a Stoltenberg, este lunes ha alertado sobre el riesgo de caer en la “fatiga” sobre seguir ayudando económica y militarmente a Ucrania y ha insistido en la necesidad de hacerlo para intentar impedir que Rusia acabe ganando la guerra. “Debemos evitar a toda costa que eso ocurra”, ha dicho el secretario general de la OTAN, quien ha insistido en que “tenemos que estar preparados para apoyar a Ucrania por mucho tiempo y a pagar el precio”, un precio que en el caso de Ucrania “se calcula en sangre” y en el de la OTAN y sus Estados miembros “se calcula en dinero”. En ese sentido, Stoltenberg ha recordado el compromiso de que los Estados miembros de la OTAN destinaran al gasto militar el 2% de sus respectivos PIB en una década –compromiso alcanzado en la Cumbre de 2014, celebrada en Reino Unido– y ha avanzado que esa cifra no es un “techo” sino un “umbral” y que precisamente esa será la cuestión central de la Cumbre del próximo año 2023, a celebrar en Lituania. “Espero que haya un compromiso aún mayor de gasto en Defensa para invertir más”, ha dicho Stoltenberg, quien ha reconocido que esa cifra del 2% se perfila ya “como una base, más que como un objetivo”.

El propio Sánchez en la Cumbre celebrada hace casi cinco meses en Madrid y la propia Robles este fin de semana han asegurado en ese sentido que España prevé llegar al 1,3% del PIB en gasto militar el próximo año 2023 e ir aumentando progresivamente su gasto militar hasta alcanzar ese 2% en 2029.


Sin embargo, esa sobre sus gastos militares no es la única encomienda que Stoltenberg les ha hecho este lunes a los Estados miembros de la OTAN. También les ha recordado que para evitar la “fatiga” sobre seguir apoyando económica y militarmente a Ucrania y en general sobre seguir aumentando progresivamente sus gastos militares es necesario que los gobiernos cuenten con el apoyo de sus respectivas ciudadanías, por lo que les ha instado a “ayudar” a intentar convencer a esas ciudadanía de “por qué hay que pagar un precio para defender la democracia y la libertad” en Ucrania. Una tarea destinada sobre todo al poder mediático.


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