Para pasar a octavos la Roja, que tuvo cerca la victoria, luego estuvo a punto de verse superada por una Alemania herida. Ahora depende de sí misma y le vale un empate ante Japón.
Miguel Fernández Molina - El Huffpost - 28/11/202
Álvaro Morata celebra su gol a Alemania - ALEX CAPARROS - FIFA VIA GETTY IMAGES
“No todos los días vamos a ganar de goleada”, decía Luis Enrique conteniendo su euforia el pasado miércoles tras golear 7-0 a Costa Rica. Miraba a una Alemania herida y sabía que la historia sería otra.
En el, posiblemente, mejor partido de lo que llevamos de Mundial, el relato ha sido radicalmente diferente, aunque el guion inicial no varió. Ante una gigante herida, España planteó un partido cara a cara apostando por las mismas claves del debut en el once y en los cambios mediada la segunda parte.
Como diría Rajoy, Costa Rica es Costa Rica... y Alemania es Alemania. Y aunque los teutones ya no ganen siempre, siempre dan la cara. Y su marca pesa.
Fue un partido de verdadera talla mundialista, con dos selecciones campeonas del Mundo que sacaron mucho de su mejor juego en oleadas. Sin una verdadera dominadora, lo que hubo fue retazos de muchísima calidad, sin perder de vista el verdadero miedo, una derrota que penalizaba mucho a cualquiera de las dos selecciones, especialmente tras lo ocurrido en el Japón-Costa Rica.
Suena feo, pero hoy lo que no había que hacer era perder. Y en esas, el punto sirve y mucho, que nadie pinche el globo de ilusión de Luis Enrique y sus ‘soldados’.
España sigue a la cabeza de su grupo y depende de sí misma para pasar a octavos y hacerlo como primera de grupo. Vale con empatar con Japón aunque pendientes de que Costa Rica no gane a Alemania para meterse ellos primeros. Sería el mundo al revés pero es posible y más en Qatar. Hasta perdiendo se podría clasificar, pero eso ya es jugar con fuego. ‘La Roja’ sigue muy viva y opositando a todo en el Mundial. Que no todos los días vamos a marcar siete.
Lo que deja el partido (y la jornada), en siete claves:
Primer principio, lo que está bien no se cambia hasta que deje de funcionar
Luis Enrique sorprendió por la poca novedad de su alineación. Aunque anunció que no era amigo de repetir equipo, apenas varió a Azpilicueta por Carvajal, ya repuesto de su resfriado. El lateral derecho del Madrid aparentó no estar al 100% en un partido irregular con error final que pudo salir muy caro.
El resto del equipo no varió, aunque el desarrollo del partido no permitió lo mismo que en el debut, incluyendo sus apuestas de banquillo, como Morata, Williams o Balde.
Dani Olmo, faro de salida
En el día que más se le necesitaba, España focalizó mucho de su juego por su banda izquierda. Incluso, en ocasiones, basculó a la derecha y desde allí también participó. Se notó que el extremo del Leipzig conocía a muchos de sus rivales (compañeros de club o Bundesliga). Un activo del que Luis Enrique no puede prescindir y menos hoy.
En juego desde muy pronto, tuvo el gol en el 7′ con un gran chut que solo Neuer y el poste evitaron. Posteriormente, dio un par de ocasiones claves para un Ferrán Torres más voluntarioso que acertado. Algo más desdibujado en la segunda parte, Olmo no dejó de ofrecerse al igual que hiciera en el partido inaugural. Pilar del equipo.
El factor Morata
Salido del banquillo en el 53′ por un Ferrán al que hoy apenas le salió nada, el madrileño prácticamente la primera que tuvo la metió. Lo que se le pide a un ‘9’, incluso aunque aún no esté al 100%, que se le nota.
Una fantástica combinación de un Alba renacido en la selección con el delantero del Atlético valió el 1-0. Con España atrás soportando las oleadas ofensivas germanas, su presencia bajó hasta que tuvo, ya en los últimos minutos, el 2-1, pero su físico aún no da para grandes exhibiciones. Si contra Costa Rica sumó minutos, gol y sensaciones, hoy también sale reforzado y con la mira en próximos retos. Más madera para los ‘moratistas’ y un mal día para sus críticos.
Unai Simón, el líbero que también juega de portero
Contra Costa Rica tocó dos balones, quizás tres, y todos fuera de su portería. Hoy era esperable que entrase más en juego, aunque ayudó tanto bajo palos como fuera de ellos.
Siempre pendiente de la zaga, el meta del Athletic hizo más de líbero que de portero en el primero tiempo y supo sacar la bola al toque, a veces demasiado apurado, por querer jugarla sin pelotazo. Esa manía tan de moda en los últimos años y que tarde o temprano termina dando sustos (seguir leyendo un párrafo más abajo...). En esos 45 minutos iniciales tuvo dos en la portería, una la paró y la otra fue imposible en el gol de Rudiger, pero las dos fueron anuladas por fuera de juego.
En la segunda parte la cosa fue distinta. Llegó el susto por abusar del toque para sacarla, como en el 56′, en el que compensó un mal pase suyo con una buena parada, la primera suya en el Mundial. Ahí empezó a carburar como verdadero portero. En el 73′, con una Alemania herida, frenó un tiro del hiperactivo Musiala que bien pudo ser el 1-1, aunque no pudo hacer nada en el chut potente de Fulkrung en el 82′. Rápido al cruce, evitó males mayores en el descuento.
Alemania, un gigante (muy) herido que sabe levantare
Cuesta creer que esta Alemania perdiese contra esta Japón (seguir leyendo más abajo, pero, spoiler, los nipones han caído ante Costa Rica). Pero la realidad es que después de 180 minutos legales y decenas más como descuento, Die Mannschaft (‘el equipo’) solo suma un punto y gracias al golazo de Fulkrug, porque tenía un pie y medio fuera.
Para el jueves 1 necesita ganar a Costa Rica y rezar para que el golaverage les ayude de cara al otro partido. El ridículo de caer otra vez en fase de grupos, como en Rusia 2018, sigue rondando por el cuartel general de los de Hansi Flick, por cierto, el seleccionador mejor pagado de los 32 en competición... y por diferencia.
España da por bueno el empate
Tras el relativo mazazo del 1-1, los ‘soldados’ de Luis Enrique optaron por no arriesgar demasiado en busca de la victoria. Hacía mucho más daño un gol en contra que beneficio aportaba un posible 2-1, pensando en el último duelo ante Japón.
Morata, en una buena contra la tuvo, pero anduvo poco certero. También dio el susto Alemania en un córner en el 93′ que, visto su poderío por alto, asustó hasta al más calmado y en una contra en el 95′ con la defensa superada por Sane en velocidad. El temblor no llegó a convertirse en verdadero terremoto.
Y el resto ¿qué? Más sorpresas en la locura
España no ha sido el único protagonista de la enésima jornada maratoniana en Qatar 2022. Aquí el resumen para quien no haya podido pegarse un domingo de sillón-ball:
Japón 0-1 Costa Rica
Fuller, eufórico tras anotar su gol MARVIN IBO GUENGOER - GES SPORTFOTO VIA GETTY IMAGES
Ni Japón era la nueva Brasil ni Costa Rica iba a caer siempre 7-0. En el día 2 del Grupo E, los ‘ticos’ reaccionaron con orgullo ante una Japón que ya se creía clasificada para octavos. El primer tiempo quedará en la memoria de nadie, esperamos por su bien, y en el segundo Costa Rica sorprendió en el único remate a puerta de todo el partido, con un tiro de Fuller que se comió Gonda para el 0-1. De héroe frente a Alemania a antihéroe para volver aún más loco el grupo.
Bélgica 0-2 Marruecos
Achraf Hakimi y Hakim Ziyech celebran la victoria STU FORSTER VIA GETTY IMAGES
Tampoco la selección de Roberto Martínez escapa de la maldición de los ‘favoritos’. Y esta vez no fue sorpresa. Después de incomodar mucho a Croacia, Marruecos batió por las claras a una Bélgica inferior en la que no aparecieron ni De Bruyne ni mucho menos Hazard... y encima Courtouis no tuvo su mejor día. El 0-2 da buena muestra de lo que ocurrió sobre el césped e incluso pudo ser peor la suma, pensando en una última jornada en la que del previsible duelo de favoritas Bélgica-Croacia todo indica que solo podrá quedar una.
Muy mal se le tiene que dar a Marruecos para no imponerse a Canadá y meterse en octavos por primera vez desde México 1986. Y con España pendiente de ver quién sería su cruce de octavos.
Croacia 4-1 Canadá
Modric saluda al 'tendido' tras el partido OZAN KOSE VIA GETTY IMAGES
Está tan loco el Mundial que lo ‘normal’ casi, casi, es lo extraño. A nadie debería llamar la atención que la actual subcampeona mundial venza y golee a Canadá, pero ya cualquiera dice nada. De hecho, la selección norteamericana empezó marcando en el minuto 1 con su estrella Alphonso Davies. Renacido tras fallar un penalti contra Bélgica, el del Bayern lideró a Canadá en un comienzo de partido estupendo.
Poco a poco la lógica fue abriéndose paso y Croacia comenzó a hacerse con el partido hasta empatar con Kramaric en el 36′ y poner el 2-1 con Livaja cerca del descanso. Reacción de galones de un equipo que quiere seguir importando. En la segunda parte, aunque Canadá tuvo alguna, Croacia no dio opción a más líos y acabó goleando, con Kramaric como shooter y certificando el adiós de los canucks.
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