Lula, el obrero metalúrgico que perdió un dedo trabajando, tuiteaba al final del recuento con su puño en alto, la bandera de Brasil y tan solo una palabra: "democracia"
Gara Santana - LÚH 31 de octubre de 2022
Lula Da Silva
Luiz Inácio Lula Da Silva ha ganado las elecciones de Brasil y asume su tercer mandato como presidente del país. Ha sido una jornada electoral muy reñida, de infarto en los primeros momentos y hasta el 70% del escrutinio de votos que ya dieron al expresidente una clara victoria frente a su principal rival electoral y, hasta ahora, presidente de Brasil, el ex militar de la dictadura, Jair Bolsonaro. El candidato del Partido de los Trabajadores (PT) ha vencido al militar retirado con un 50,8% frente al 49,1% de votos que obtuvo Bolsonaro.
Lula, el obrero metalúrgico que perdió un dedo trabajando, tuiteaba al final del recuento con su puño en alto, la bandera de Brasil y tan solo una palabra: "democracia".
Tras dos mandatos presidenciales, (2003-2010), con las políticas ejecutadas durante su gobierno sacó de la miseria a más de 36 millones de brasileños y consiguió emplear a 22 millones. Lula no pudo concurrir a las elecciones de 2018, en las que venció Bolsonaro, por una condena a prisión por corrupción de nueve años en el contexto de la operación Lava Jato. El exjuez que le condenó, Sergio Moró, asumió el Ministerio de Justicia y se hizo descaradamente bolsonarista, al igual que el fiscal que ejecutó la denuncia, Deltan Dallagnol. Los dos fueron condenados por parcialidad por el Supremo Tribunal Federal quedando anuladas las causas contra el hoy presidente de Brasil, Lula Da Silva anuladas.
En estas elecciones de resultados tan representativos de las dos ideas de país, incluso geográficamente cuando se observa un mapa de Brasil, el país se jugaba qué camino escoger; uno con políticas sociales y medioambientales (recordemos que este país acoge el pulmón de la tierra, el Amazonas) o si sus relaciones internacionales se irían a inclinar hacia el lado neoliberal y trumpista del asunto (el propio Donald Trump habla de Bolsonaro como "el Trump tropical" o por el contrario un país en alianza con los nuevos liderazgos latinoamericanos que están apostando por la justicia social.
A la hora que se escribe esta crónica, pasean por las grandes alamedas, esta vez, de São Paulo, seguidores de Lula que celebran la victoria al ritmo de carioca. Entre esta parte del país se respira alivio mientras se espera a que el perdedor, Jair Bolsonaro, asuma la derrota públicamente para ahuyentar los augurios por un posible "modo trumpista" de proceder ante los resultados. Los medios internacionales también rodean esta idea, no se sabe muy bien si con tono de preocupación o de deseo pero en cualquier caso, la mirada está puesta en los próximos minutos y los próximos cuatro años. "Han intentado enterrarme vivo y estoy aquí", afirmaba el presidente Lula en sus primeras declaraciones tras ser elegido.
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