Los máximos de ocupados desde el cierre de 2007 reflejan el incremento de la actividad económica regulada y la caída de la temporalidad
ANA CABIRTA - El Plural - Lunes, 30 de enero de 2023
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. EP
Termina el primer año de aplicación de la reforma laboral del Gobierno y esta semana se han conocido los efectos que ha tenido la nueva normativa laboral en el mercado de trabajo, gracias a los datos recogidos por la Encuesta de Población Activa (EPA). El resultado principal es el incremento del empleo de 278.900 personas, un 1,4% según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Otro de los efectos más resaltados es el descenso de la tasa de temporalidad de más de 7 puntos hasta el 17,9%. Un aspecto que a su vez ha determinado el incremento de la productividad en los trabajadores españoles.
Así las cosas, a término de 2022 el número total de ocupados se situó en 20,463 millones de personas, una cifra que el tercer trimestre, tradicionalmente bueno por los meses de verano, se elevó hasta los 20,545 millones. Para encontrar estadísticas de esta magnitud hay que remontarse hasta 2007, que terminó con 20,055 millones de personas, una cifra muy alejada del peor registro, que se contabilizó a cierre de 2001 con 16,348 millones de empleados.
Estas cifras de alta población activa reflejan un claro descenso de la economía sumergida, es decir, del conjunto de las actividades de tipo económico que no se declaran y escapan al control de la Administración del Estado y sus estadísticas oficiales. Por lo tanto, la reforma laboral ha ayudado a reducir la actividad económica que se encuentra al margen de la economía regulada.
De las voces del Gobierno que han sacado pecho con la reforma, sobresale la de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, quien se ha referido este jueves a los datos de la EPA, con orgullo, ya que el paro bajó en 79.900 personas en 2022, un 2,6% menos que en 2021, mientras el empleo creció en 278.900 puestos de trabajo, todo ello teniendo en cuenta el escenario “extremadamente complejo” derivado de la inflación y el encarecimiento de bienes y servicios.
"El mercado de trabajo tuvo un comportamiento extraordinario. El primer año de aplicación de la reforma laboral se cerró con un aumento del empleo hasta alcanzar los 20,5 millones de trabajadores, un récord histórico de 23,5 millones de personas activas y una bajada importante del paro y de la temporalidad, mejorando la estabilidad en el empleo y ayudando a reducir la desigualdad", ha asegurado con satisfacción la vicepresidenta primera.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha calificado de "muy positivos" los datos EPA, señalando que no hay que pecar de exceso de confianza, pero sí reconocer las ventajas de la reforma: "No somos triunfalistas, pero sí somos realistas. Ante estas cifras hay que inclinarse".
Se trata "afortunadamente de cifras muy positivas", reafirmaba este viernes Planas, que además ponía en valor que "previsiblemente la economía española va a tener el mayor crecimiento de la Unión Europea", por encima del 5%. Para el ministro de Agricultura, las cifras "demuestran hasta qué punto, en un contexto muy complicado, somos capaces de mantener no solo la estabilidad de todo el funcionamiento de la economía sino salir adelante".
El paro juvenil, el principal punto de mejora
A pesar de que el número de parados en el conjunto del año se redujo en 79.900 personas, el número total de parados volvió a superar los 3 millones, en concreto 3.024.000 personas.
Además, al revisar el nivel de paro de los menores de 25 años, se observa que las ratios siguen siendo de las más significativas de las grandes economías europeas. Los datos de la EPA apuntan que, del número total de más de 3 millones de parados, un total de 464.100 son jóvenes, y de ellos, un total de 349.300 se encuentran entre los 20 y los 24 años.
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