LÚH Redacción - 25 de noviembre de 2022
El nuevo anuncio del ministerio encabezado por Irene Montero está dando mucho que hablar en los últimos días. Tanto es así que el pasado martes, el youtuber El Xocas estallaba en redes al sentirse representado en una de las escenas del anuncio aunque, curiosamente, al mismo tiempo negaba que hubiera sucedido así. Ayer por la noche, era el presentador del Hormiguero, Pablo Motos, quien también se sentía referenciado en otra de las escenas del vídeo en la que un presentador le pregunta a la entrevistada si ella cuando duerme usa “ropa interior sexy o cómoda”. La situación evidentemente rescata el momento del programa, allá por 2016, en el que el Pablo le plantea a Elsa Pataky una pregunta en los mismos términos.
El presentador ha intentado excusarse alegando que la pregunta era pertinente en tanto en cuanto la actriz fue a presentar la nueva gama de lencería de Victoria Secret, y que no se sintió incómoda en ningun momento, para después hacer un repaso de otros momentos de su espacio televisivo en el que les preguntó también a hombres por sus costumbres en el uso de ropa interior.
Argumenta también que se le está señalando “haciéndole un anuncio” (como si fuera el único protagonista del spot) haciendo uso de dinero público y que le parece “indecente”. Dejando aparte que los anuncios publicitarios son ficción y que no necesariamente se le señala a él en ese momento, cabe recordar otros momentos en los que una buena parte de la sociedad sí le reprochó haberse comportado claramente de manera machista y que el conductor del Hormiguero, curiosamente, no ha querido rescatar. Entre ellos, están momentos tan bochornosos como aquel con la cantante Anastacia, con la cual se sobreexcedió bailando de manera insinuante e incluso llegó a besar o con la presentadora de informativos Mónica Carrillo, a la que dijo que “era un mito erótico”. Otros momentos que nos ha dejado fue cuando a Cristina Pedroche le preguntó qué haría cuando se le cayera el pecho, cuando dijo a Pilar Rubio que toda España quería que enseñara las tetas, cuando besó en la boca a Alessandra Ambrosio, o los sucedidos con Mónica Naranjo o Blanca Suarez, por citar algunos de los innumerables casos.
Después de su intervención, Motos da paso a sus colaboradores Juan del Val, Nuria Roca, Cristina Pardo y Tamara Falcó, que no dudan en echarle un capote arremetiendo contra el anuncio y el Ministerio. Cabe destacar la reflexión del escritor del Val, que más tarde refrenda el propio Motos, en el que alega que el feminismo es algo necesario pero “no ese feminismo”. Curiosamente esa postura, que casualmente esgrimen en abstracto muchos hombres (el feminismo que yo defiendo es el legítimo), es una constante estos últimos años en los que el feminismo está consiguiendo señalar ciertas actitudes machistas cotidianas que antes no eran leídas como tal. Precisamente eso es algo que esta campaña pretende dejar en evidencia, en la que 1 de cada 2 mujeres (según los datos recogidos por la encuesta del Ministerio) han sufrido violencia machista, pero nadie parece hacerse responsable de estos actos.
Que un anuncio identifique y visibilice ciertas violencias machistas cotidianas a las que se ven expuestas las mujeres de este país, y además consiga levantar ampollas, quizás es que ha conseguido dar con tecla para que tales comportamientos queden evidenciados por aquellos que los cometen.
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