✒️ OPINIÓN
Pablo Echenique - LÚH Redacción - 29 de noviembre de 2022
El argumento no es nuevo. Desde que nació Podemos, la oligarquía política de los partidos dinásticos del sistema del turno bipartidista y sus altavoces mediáticos lo han venido repitiendo machaconamente por tierra, mar y aire: no sabéis gestionar, no tenéis experiencia de gobierno, no tenéis capacidad técnica, no sabéis hacer leyes.
El argumento no es nuevo pero, al calor de la cacería política contra Irene Montero a cuenta de la Ley Sólo Sí es Sí, ha cobrado nueva vida. Da igual que numerosos juristas, como el magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín y muchos otros, no se cansen de explicar que la técnica jurídica detrás de la icónica ley es impecable. Da igual que la Fiscalía diga lo mismo que ha afirmado el Ministerio de Igualdad: que no debe haber rebaja de penas si la condena actual cae dentro de la horquilla del nuevo rango de penas. Da igual que la jurisprudencia del Tribunal Supremo coincida con este planteamiento. Da igual la clarísima Disposición Transitoria Quinta del Código Penal. Da igual todo. No sabéis gestionar, no tenéis experiencia de gobierno, no tenéis capacidad técnica, no sabéis hacer leyes. Es demasiado burdo, pero vamos con ello.
Cuando hablamos de las leyes feministas del Ministerio de Igualdad, además, el sobadísimo argumento se refuerza con evidentes connotaciones machistas. "Una ministra inútil", ladró un diputado del PP desde la tribuna del Congreso la semana pasada. Es imposible no escuchar los armónicos que vibran junto al acorde principal: no sirves para nada, esto lo tiene que arreglar un tío, deja que yo te lo explico, no tienes ni puta idea, vuélvete a la cocina a lavar los platos. A lo mejor piensas que estoy exagerando, pero ¿recuerdas que se hayan achacado defectos en la técnica jurídica de alguna de las leyes lideradas por los ministros hombres de Unidas Podemos? Yo tampoco.
El argumento adquiere su forma más violenta y repugnante en la boca de la derecha y la ultraderecha política y mediática pero, lamentablemente, el PSOE y la progresía mediática también caen de vez en cuando en la tentación de utilizarlo con variantes menos asquerosas y más sibilinas. La más célebre de dichas variantes es la reclamación de "seguridad jurídica". Ya lo hemos escuchado muchas veces a lo largo de esta legislatura y lo estamos volviendo a escuchar estos días con motivo del derecho a la autodeterminación de género en la Ley Trans. Es duro reconocer por parte del PSOE que han introducido una enmienda que va en contra de los derechos humanos de la infancia trans para contentar parcialmente a su —pequeño pero poderoso— sector "feminista" trans-excluyente y explicar cómo puede ser que el PP aplauda la enmienda con sus tránsfobas orejas, así que dicen que persiguen dotar a la ley de una mayor "seguridad jurídica". Ya sabes. Dicho en otras palabras: no sabéis gestionar, no tenéis experiencia de gobierno, no tenéis capacidad técnica, no sabéis hacer leyes. Y si encima aprovechan el viento en popa de todos esos tertulianos ultraderechistas que no van a parar de decir en la televisión que la Ley Trans es una chapuza igual que la Ley Sólo Sí es Sí, pues oye, a caballo regalado…
El argumento no solamente es falso, es que es de un nivel intelectual tan subterráneo que constituye directamente un insulto a la inteligencia de la ciudadanía.
En primer lugar, no solamente es mentira que hagamos las leyes peores que ellos, es que es al revés: las hacemos mejor. Al menos por dos motivos completamente objetivos: porque la gente trabajadora siempre hemos tenido que estudiar más que los que provienen de una situación acomodada y porque nosotros no tenemos a nadie sentado en un consejo de administración del Ibex 35. Lo primero dota a nuestras leyes de una excelente técnica jurídica, lo segundo las dota de un contenido mucho más beneficioso para el interés general.
Si esto no te convence, te hago un último apunte que echo bastante en falta en la mayoría de medios de comunicación: todas las leyes que vienen del gobierno son examinadas por el conjunto de todos los ministerios. ¡Vaya! Pues sí. Sin siquiera referirme a los informes que emiten diferentes organismos, como el Consejo de Estado, el CGPJ o el Consejo Fiscal, es mi deber recordar que todas las leyes pasan por la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios (CGSEYS) (donde hay muchos más miembros del PSOE que de Podemos), reciben comentarios y propuestas de modificación de todos los ministerios concernidos (habiendo bastantes más ministros del PSOE que de Podemos) y son finalmente aprobadas por el Consejo de Ministros en pleno con el Presidente del Gobierno a la cabeza.
Por ello, aunque sea entendible que la derecha y la ultraderecha política y mediática nos acusen de hacer leyes con "inseguridad jurídica" —fake, pero entendible—, que haga lo mismo el PSOE es ridículo y es patético. Si después de un montón de meses de tramitar una ley en el seno del gobierno de coalición fuera verdad que está mal hecha y que necesita una mayor "seguridad jurídica", entonces el PSOE sería igual de responsable de esa carencia que nosotros y podríamos decir de ellos (con el aval de sus propias palabras) que no sabéis gestionar, no tenéis experiencia de gobierno, no tenéis capacidad técnica, no sabéis hacer leyes.
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