La presidenta de la Comunidad de Madrid asegura que la causa principal del colapso de las urgencias es la falta de médicos
Carmen Asenjo - LÚH - 8/11/2022
Este lunes pasado ha dado comienzo en Madrid una huelga de médicos por el "caos" en los centros de urgencias, mismo día en el que la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha acudido al programa de Ana Rosa para sostener que la causa principal del colapso de las urgencias es que faltan médicos.
“Médico que esté en paro, médico que esta misma tarde yo contrato en la Comunidad de Madrid. El problema es que yo no puedo estar quitándole médicos al País Vasco y Cataluña. Esto es un problema nacional”, se ha atrevido a decir la presidenta mientras culpaba a la izquierda de estar detrás de las movilizaciones y reivindicaciones, "un profundo activismo político" y pedía una rebaja de la nota de corte en la entrada de las facultades de medicina.
Los colectivos sanitarios se esmeran desde la irrupción del coronavirus en trasladar al Ejecutivo de Ayuso la necesidad de que se refuercen las plantillas ante tamaño deterioro, pero la respuesta por parte del Gobierno autonómico siempre ha radicado en que “no hay médicos para contratar”.
Sin embargo, tal y como las redes han querido recordar tras viralizarse las palabras de la presidenta, el pasado mes de marzo, el Partido Popular apoyado por Vox despidió a 6.000 trabajadores sanitarios del servicio público. Médicos, enfermeros, auxiliares, celadores o técnicos que en marzo de 2020 firmaron los llamados contratos COVID pero que, sin embargo, no resultaron ser personal de nueva incorporación y que se mantienen como empleados que empalman contratos temporales.
Tal y como ya señaló hace tiempo la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), el problema reside en que muchos médicos se niegan a trabajar en Madrid debido a las pésimas condiciones laborales. “De los creadores de no encuentro a camareros que quieran trabajar, llegan ahora los médicos que no quieren trabajar”, responden los usuarios de forma sarcástica.
Commentaires