Lo que más le importa ahora mismo a Oughourlian no es el grupo al que pertenecen ‘El País’ y la SER, sino hacer negocio en Indra.
Por Javier Lezaola.
El Grupo PRISA, al que pertenecen el diario ‘El País’ y la Cadena SER, está cada día más cerca de caer en manos del empresario y político italiano Silvio Berlusconi, que lidera el partido derechista Forza Italia –que concurrió a las generales del pasado 25 de septiembre en Italia aliado con los partidos ultraderechistas Fratelli d’Italia, liderado por la ya primera ministra Giorgia Meloni, y Lega, liderado por Matteo Salvini– y que controla Mediaset España, grupo propietario de Telecinco y Cuatro.
El mayor accionista de PRISA es el fondo de inversión estadounidense Amber Capital, que controla el 29,9% de las acciones del grupo fundado por Jesús de Polanco. “Fondo de inversión de carácter especulativo que compra deuda o activos de empresas o instituciones en graves dificultades económicas”, dice la RAE sobre los denominados fondos buitre, así llamados porque su forma de actuar recuerda demasiado a la de esas grandes aves carroñeras expertas en sobrevolar cadáveres.
El francés Joseph Oughourlian es el fundador y CEO del fondo buitre Amber y también el presidente de PRISA, aunque nadie ignora, y él nunca ha escondido, que ni Amber ni él están en el grupo propietario de ‘El País’ y de la SER para quedarse –como lo estuvo Polanco–, pues a nadie se le escapa tampoco que los fondos de buitre –hijos de la desregulación financiera neoliberal de los ochenta– están para especular, es decir para comprar barato primero y vender más caro después.
El segundo mayor accionista de PRISA es el holding francés Vivendi, el mayor holding privado europeo del sector de la comunicación y el entretenimiento. Su presidente y mayor accionista es el francés Vincent Bolloré, presidente y CEO de Bolloré, holding francés aún mayor que Vivendi. Vincent Bolloré es el promotor de Reconquête, el partido ultraderechista francés fundado el pasado año 2021 y que cuenta con Éric Zemmour como presidente y Marion Maréchal –sobrina de Marine Le Pen, presidenta del partido ultra francés Rassemblement National– como vicepresidenta. Vivendi controla el 9,9% de las acciones de PRISA y recientemente intentó llegar hasta el 29,9% –el porcentaje que controla Amber–, pero Moncloa no se lo permitió.
Debido a sus problemas de deuda, PRISA deberá ampliar capital, y –sin perder de vista a Vivendi– Oughourlian ha puesto los ojos en Berlusconi, de 86 años, y en su hijo y heredero de su imperio audiovisual MFE-MediaForEurope –del que depende Mediaset–, Pier Silvio, de 53.
No sería el primer negocio que cierran el francés y el italiano, que ya se hicieron socios el pasado mes de junio, cuando Oughourlian se hizo con un 1,4% de Mediaset, y Amber –el fondo buitre del que es fundador y CEO y que es el mayor accionista de PRISA, del que es presidente– se hizo con otro 1%, una operación que se percibió como un apoyo de Oughourlian y Amber, y por tanto de PRISA, al “polo televisivo europeo” que prevé construir Pier Silvio. PRISA tiene un periódico –‘El País’– y una radio –la SER– y Mediaset tiene dos televisiones –Telecinco y Cuatro–; en cuanto a Oughourlian, ya ha dejado claro que no se eternizará en PRISA y que lo suyo no son tanto los medios de comunicación como los negocios.
“Metemos nuestro dinero donde vemos futuro”, dijo Oughourlian el pasado 28 de septiembre durante su intervención en el Foro de la Nueva Comunicación, organizado por el madrileño Nueva Economía Fórum con el mecenazgo de la empresa de telecomunicaciones del IBEX 35 Telefónica, que, por cierto, también es accionista de PRISA, además de propietaria de la plataforma de televisión de pago Movistar Plus+.
Todo apunta a que Oughourlian quiere dejar ‘El País’ y la SER en manos de Berlusconi antes de salir corriendo de PRISA –que no es lo mismo que salir corriendo deprisa, pues abandonará el grupo en el momento justo, como haría cualquier CEO de un fondo buitre– y diversas fuentes apuntan también a que Moncloa ve con mejores ojos la opción de Mediaset/Berlusconi que la de Vivendi/Bolloré.
Eso sí, tanto en Moncloa como en el PSOE son conscientes de la importancia que ‘El País’ –el periódico supuestamente progresista ‘oficial’ del régimen del 78– y la SER –la radio supuestamente progresista ‘oficial’ del régimen del 78– tienen para su potencial electorado, y si algo temen es que –en vísperas de las municipales, autonómicas y generales del próximo año 2023– la línea editorial de ‘El País’ y la SER se alejen del PSOE, como sucedió prácticamente desde el “no es no” de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy en 2016 hasta el acceso de Sánchez a Moncloa al triunfar la moción de censura contra Rajoy en 2018.
Oughourlian lo sabe y con ese as en la manga juega, aunque lo que más le importa ahora mismo al CEO del fondo buitre estadounidense Amber no es la línea editorial del periódico y la radio de PRISA ni siquiera el propio grupo de comunicación, sino hacer negocio en Indra, la empresa armamentista del IBEX 35. “España lleva décadas sin invertir en su defensa, tiene que invertir en su defensa como el resto de Europa; el mensaje de la OTAN, el mensaje de los americanos, ha sido bastante contundente”, dijo hace apenas un mes en el citado Foro de la Nueva Comunicación.
Amber recibió recientemente la autorización de Moncloa para aumentar hasta el 9,9% sus acciones en Indra, lo que lo convertirá próximamente en el segundo mayor accionista –sólo por detrás de la empresa pública estatal SEPI– de la empresa armamentista, uno de los negocios más suculentos posibles, sobre todo en los tiempos que corren. Por eso el CEO del fondo buitre estadounidense ya se frota las manos. Como Berlusconi.
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